El perro pastor australiano.
Altura media de las hembras: de 46 a 54 cm.
Tamaño medio de los machos : 51 cm a 58 cm.
Peso medio: de 15 a 25 kg para la hembra – de 25 a 35 kg para el macho.
Esperanza de vida: 13-15 años.
Color del pelaje: rojo, rojo petirrojo, azul petirrojo. Estos tres colores principales pueden ser con o sin manchas blancas o leonadas.
Carácter: El pastor australiano es un perro muy inteligente y entrañable que es un excelente compañero y participa de buen grado en todas las actividades de sus dueños. También tienen una tendencia natural al pastoreo.
Algunos detalles sobre el perro pastor australiano:
El pastor australiano, también conocido como pastor australiano o Aussie, es una raza de perro de origen americano, al contrario de lo que indica su nombre.
Aunque el nombre sugiere Australia como país de origen, el verdadero origen del pastor australiano es vasco, con Estados Unidos como país de desarrollo. Los vascos eran un pueblo pastoril y durante muchos siglos tuvieron perros parecidos al pastor australiano que llevaron consigo en su migración a Australia. Sus habilidades eran muy apreciadas allí en la cría de ovejas, donde los rebaños eran vigilados por pastores australianos acompañados de sus perros. A principios del siglo XIX, algunos de ellos partieron hacia California, en Estados Unidos, con sus perros y ovejas. Notable por su agilidad, la raza fue desarrollada entonces por los granjeros americanos. El nombre de Perro Pastor Australiano o Pastor Australiano apodado «Aussie» fue dado a la raza de perro pastor resultante.
En el siglo XIX, el pastor australiano llegó a Francia, donde su estándar fue reconocido en 1996. En la actualidad, esta raza de perro se utiliza ampliamente para el pastoreo de ovejas, ganado o animales de pluma. Muy sociable, el Aussie se adapta muy bien a una vida familiar en la que mantiene buenas relaciones con sus compañeros perros o niños. Muy vivaz y rápido, el pastor australiano también es adecuado para el desescombro o para disciplinas deportivas como el agility o el cani-cross. Para ser feliz, el pastor australiano necesita tener un compañero, es decir, la soledad no es para esta raza de perro. Prefiere jugar con su amo o acompañarle en actividades deportivas como la bicicleta de montaña, el esquí de fondo o los programas de equitación de larga distancia.
Además, el estado físico del pastor australiano suele verse amenazado por una serie de dolencias, las más comunes de las cuales son: problemas oculares, problemas de espalda y problemas de cadera. Algunos perros también padecen epilepsia. Algunos estudios realizados sobre la raza canina muestran que una mezcla de dos perros merle producirá un 25% de cachorros que acabarán naciendo ciegos. Además, dado que el pastor australiano es un portador potencial del gen MDR1, se recomienda realizar una prueba antes de comprar los cachorros.